Centro de Psicología y Terapias Alternativas de Tomares y Sevilla.

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Centro de Psicología y Terapias Alternativas de Tomares y Sevilla. PSICOLOGÍA CLÍNICA INFANTIL Y DE ADULTOS. TALLER DE CONOCIMIENTO Y TRABAJO PERSONAL. CURSOS DE FORMACIÓN A PADRES Y MADRES. TALLERES PARA ADOLESCENTES Y NIÑOS en Colegios y AMPAs. CONTACTO: centrodepsicologiayterapias@gmail.com o 655090215

lunes, 23 de febrero de 2015

ABANDONA TODA ESPERANZA DE RESULTADOS


Osho:

Un hombre estaba muy interesado en conocerse a sí mismo, en iluminarse. Toda su vida había
buscado un maestro que le enseñara la meditación. Había ido de maestro en maestro, pero no
sucedía nada.
Pasaron los años, y estaba ya cansado, exhausto. Entonces alguien le dijo:
-Si de verdad quieres encontrar a un maestro tendrás que ir al Himalaya. Allí vive uno, pero
tendrás que buscarle. Una cosa es cierta, el maestro se encuentra allí. Nadie sabe
exactamente dónde, pero cuando alguien llega a dar con su paradero, él se adentra todavía
más en las cordilleras Himalayas.
El hombre se estaba haciendo viejo, pero hizo acopio de valor. Durante dos años trabajó para
ganar el dinero del viaje y se puso en camino; se trata de una vieja historia. Así que tuvo que
viajar en camellos, en caballos y después seguir a pie hasta alcanzar el Himalaya. La gente le
decía:
-Sí, conocemos al anciano, es muy viejo; uno no puede saber qué edad tiene, quizá trescientos
años, o incluso quinientos años, nadie lo sabe. Vive por aquí, pero el sitio exacto no lo
sabemos. Nadie sabe exactamente por dónde para, pero anda por aquí. Si buscas con empeño
lo encontrarás.
El hombre buscó y buscó y buscó. Durante dos años estuvo vagando por el Himalaya. Estaba
cansado, exhausto, absolutamente exhausto; viviendo sólo de frutos salvajes, hojas y hierbas.
Había perdido mucho peso. Pero estaba determinado a encontrar a ese hombre. Merecía la
pena, aunque le costara la vida.
Y ¿puedes imaginártelo? Un día vio una pequeña cabaña, una cabaña de paja. No tenía puerta.
Miró dentro, pero allí no había nadie. Y no sólo no había nadie, sino que todo indicaba que
durante años no había habido nadie.
El hombre cayó al suelo. De puro cansancio dijo:
-¡Me rindo!
Se encontraba allí, tumbado bajo el sol, con la fresca brisa del Himalaya.
Y por primera vez, empezó a sentirse tan feliz... ¡Nunca había sentido tal dicha! De repente se
sintió lleno de luz. De repente todos los pensamientos desaparecieron, de repente se
transportó, y sin razón alguna, porque no había hecho nada.
Y entonces se dio cuenta de que alguien se inclinaba hacia él. Abrió los ojos. Allí estaba. Un
hombre muy anciano. Éste, sonriendo, dijo:
-Así que has venido. ¿Tienes algo que preguntarme? Y el hombre contestó:
-No.
Y el anciano se rió, dio grandes carcajadas que resonaron en el eco de los valles.
-¿Sabes ahora que es la meditación?
Y el hombre dijo:
-Sí.
¿Qué había sucedido?
¿Aquella exclamación que salió del núcleo más interno de su ser: "!Me rindo!" En ese rendirse,
todos los esfuerzos mentales orientados a una meta desaparecieron, todas las tentativas
desaparecieron. Y la dicha se vertió sobre él. Se quedó en silencio, ya no era nadie, y tocó el
último estrato del no-ser. Entonces supo lo que era la meditación.
La meditación es un estado mental sin metas.
Abandona toda esperanza de resultados.
Y entonces no hay necesidad de ir a ninguna parte. Exclamaré desde muy dentro: "Me rindo."
Y el silencio descenderá, la bendición me rociará.

sábado, 21 de febrero de 2015

Hay que saberlo todo....

Gurdjieff nos decía que una vida es suficiente para “saberlo todo”, si se conjugan las posibilidades y las condiciones para trascender todas aquellas “incapacidades” que nos someten y condicionan, ya que lo único que se necesita saber hacer es: “separar el trigo de la cizaña”. Este “saber hacer” es la capacidad que nos entrega el Trabajo, una comprensión nueva y progresivamente abarcante, sin embargo para “ser capaz” de tal comprensión se necesita de muchos esfuerzos y conocimientos previos, nada es gratis. Gurdjieff decía: “Saber es saberlo todo, no saberlo todo es no saber. Para saberlo todo es necesario saber muy poco, pero para saber ese poco hay que saber antes mucho”.

lunes, 16 de febrero de 2015

¿Por qué la risa es tan agradable?

─ ¿Por qué la risa es tan agradable?, preguntó alguien.
─ Porque la risa, respondió G., nos libera de una energía superflua que si quedara sin uso podría volverse negativa, es decir, tóxica. Tenemos siempre en nosotros una fuerte dosis de esta substancia tóxica. La risa es el antídoto. Pero este antídoto es necesario sólo mientras seamos incapaces de emplear toda nuestra energía para un trabajo útil. Se ha dicho que Cristo no rió jamás. Y en efecto, no encontrarán en los Evangelios la menor alusión al hecho de que Cristo haya reído una sola vez. Pero hay diferentes formas de no reír. Algunos nunca ríen porque están completamente sumergidos en sus emociones negativas, su malicia, su miedo, su odio, sus sospechas. Mientras que otros no ríen porque no pueden tener emociones negativas. Comprendan bien esto: en los centros superiores, la risa no puede existir, ya que, en los centros superiores, no hay división, no hay ni «sí» ni «no».”


jueves, 12 de febrero de 2015

No te das cuenta de tu situación. Estás en una prisión.

“No te das cuenta de tu situación. Estás en una prisión.
Lo único que puedes desear, si eres un hombre sensato, es escapar.
Pero, ¿cómo hacerlo?...
Nadie puede escapar de una prisión sin la ayuda de quienes han escapado antes.
El hombre sólo puede alcanzar el conocimiento con la ayuda de quienes lo poseen.
Esto debe ser comprendido desde el principio. Uno debe aprender de los que saben”.

(Gurdjieff).

Alejandro Jodorowsky

    “Una persona sabia es como un espejo limpio, el que se mira en ella se ve poseer una belleza sublime que nunca había podido imaginar.”